(Algunos) Libros que leí este verano

Me he tomado con calma el regreso al blog, pero necesitaba un descanso y centrarme en la novela que estoy escribiendo. Estoy de vuelta, aunque como el proceso de escritura me está absorbiendo bastante, es probable que el ritmo del blog baje un poco. Procuraré atenderlo todo lo que pueda y retomarlo al completo cuando escriba la palabra "fin" en el manuscrito que tengo entre manos.

He leído mucho este verano. De distintos géneros, pero sobre todo romántica, que es lo que me gusta comentar por aquí. Como me es imposible reseñar todas mis lecturas, he realizado una selección de algunos libros que he leído estos meses. Se me quedan muchos en el tintero, pero seguro que van apareciendo en otros artículos.

Carolina y los valientes, de Anna Casanovas

Anna Casanovas es una autora que no se acomoda y en cada novela nos lleva a un mundo distinto. Esta vez se adentra en una oscura época de nuestro pasado para narrar una conmovedora historia durante la dictadura franquista. La novela gira en torno a la desaparición de un grupo de música de los años 60 y lo aborda, como viene siendo habitual en sus últimos trabajos, a través de dos tramas: una en el presente y otra en el pasado.

La trama del presente nos sitúa en la Cataluña actual, de la mano de un periodista huraño y desencantado y una doctora de vida nómada, alegre y espontánea. Ambos se ven inmersos en la investigación de un grupo de música que tuvo un gran éxito en los años 60 (llegaron incluso a actuar como teloneros de los Beatles) y que desapareció misteriosamente.

En la parte del pasado (mi favorita, tengo que reconocerlo), el argumento se centra en los integrantes del grupo de Carolina y Los Valientes. La historia va más allá del precioso romance entre Carolina y Luis, que es una historia conmovedora y que ella sola bastaría para sostener la novela, pero hay mucho más. Distintas microhistorias configuran un retrato de la época, aunando distintas perspectivas, que al final desembocan en un mismo lugar. A lo largo de las páginas, Carolina, Luis y el resto de los Valientes se descubren a sí mismos, pero también la oscuridad que los rodea y de la que se han mantenido ajenos por distintos motivos. La realidad entrará de lleno en sus vidas, golpeándoles y arrasando con todo lo que creían hasta el momento.

Ha sido una de mis mejores lecturas de estos últimos meses, escrita con el habitual estilo impecable de la autora, con una magnífica ambientación y una galería de personajes bien perfilados que dan vida a una gran historia.

Un lord aburrido, de Christine Cross

La cuarta entrega de la familia Marston se ha convertido en mi favorita de la serie. Me parece que es la novela más redonda y equilibrada de la saga, tanto en el desarrollo de las tramas de acción como en las psicológicas y amorosas. Me encanta el personaje de Judith, decidida a no dejarse encorsetar en el papel fijado para las mujeres de la época. Intrépida, leal, testaruda, tierna y divertida, es incapaz de quedarse quieta y dejar que los hombres resuelvan la situación. Su valentía y su lealtad la llevan a meterse en más de un lío, pero también es resolutiva y sabe adaptarse a las circunstancias. Una mujer llena de contrastes y que sostiene la mayor parte del peso del relato.

Robert es mi preferido de los trillizos. Lleva la aventura en la sangre, pero desde que dejó su trabajo como espía, siente que a la vida le falta acción. La desaparición de su mejor amigo y su encuentro con Judith le harán salir de la apatía en que vive y, no solo se encontrará envuelto en una nueva investigación, sino que se verá sacudido por sentimientos inesperados que creyó que nunca volvería a sentir por una mujer. Su amargura inicial se va derritiendo hasta dejarnos conocer al increíble hombre que se ocultaba bajo ella.

Como siempre, la ambientación que realiza la escritora es maravillosa y nos traslada desde los brillantes salones de baile de la aristocracia hasta la sordidez de los bajos fondos londinenses. Se adentra en los fumaderos de opio, casas de juego y en prostíbulos en los que se venden niñas con su estilo elegante y sin dramatismos, lo que evidencia aún más la oscuridad y la miseria de esos lugares.

Como plus, tenemos algunos cameos de personajes anteriores de la serie, entre los que destaca esa estupenda duquesa empeñada en ejercer de casamentera de sus hijos.

Tras el largo invierno, de Paola C. Álvarez

Primera novela que leo de la autora y me ha gustado mucho. Destacaría la ambientación de la historia, que nos lleva al norte de Canadá y nos permite sumergirnos en el mundo de los buscadores de oro, una temática atípica en la novela romántica y que, de entrada, nos sitúa en un entorno poco habitual. Las precisas descripciones nos permiten sentir el frío y la soledad de una tierra hermosa y hostil que el ser humano está saqueando para satisfacer sus ansias de riqueza.

Junto a las dificultades de un trabajo durísimo, con jornadas extenuantes y pocas comodidades, nos encontramos con un asesinato, una mujer valiente y testaruda empeñada en hacer las paces con el pasado, una bonita historia de amor que merece una segunda oportunidad y una trama de suspense bien resuelta.

La autora tiene un estilo pulcro y correcto, con descripciones precisas y un solvente manejo del lenguaje y del ritmo narrativo. Se nota el excelente trabajo de documentación que, sin ser abrumadora, sostiene la novela para recrear a la perfección el ambiente que la escritora quiere reflejar. Seguiré leyéndola.

La tentación según Mateo, de Norma Estrella

Me está gustando mucho la serie de Los Evangelistas de Aranjuez de Norma Estrella. Me atrapó con la historia de Marcos (podéis leer la reseña aquí) y con Mateo he seguido enganchada.

Al igual que en El perdón según Marcos, el libro de Mateo es una lectura desgarradora y reivindicativa, que se adentra en lugares espinosos y en vidas cuya terrible realidad no puede dejar indiferente. En medio de todo ello, crece una preciosa historia de amor con toques de realismo mágico.

Mateo y Sofía son dos protagonistas maravillosos, intrépidos, soñadores, leales y generosos con una inigualable pasión por el mar. Sin embargo, su historia de amor es como una música de fondo, que no llega a ocupar el primer plano hasta que tiene que hacerlo. La trama tiene otras cosas de las que ocuparse y el romance es solo una parte más de esta novela que habla sobre la amistad, sobre cerrar heridas y encontrarse a uno mismo; sobre segundas oportunidades y las terribles injusticias de este mundo.

La historia se construye a lo largo de varios años, en los que vemos el aprendizaje y evolución tanto de los protagonistas como de la estupenda galería de secundarios, cuyos caminos se van entrelazando hasta quedar irremediablemente unidos.

Como no quiero revelar nada, solo apunto que me ha parecido maravillosa la subtrama de Delfina y Leonardo . También reaparece por aquí Bárbara, esa secundaria de lujo que es capaz de robar el foco en tan solo unas pocas líneas y que, una vez más, me vuelve a dejar el corazón encogido.

Me quedo esperando a Lucas.

Rock, de Anyta Sunday

Los que me seguís habitualmente, ya conocéis mi debilidad por las comedias de Anyta Sunday. Con Rock. Mi roca, Sunday cambia por completo de registro y nos demuestra que hacernos llorar se le da tan bien como hacernos reír.

Cooper y Jace protagonizan una historia conmovedora que arranca en la infancia. Vemos crecer esta historia de amor y desamor entre dos hermanastros a través de los ojos de Cooper, un chico muy especial, obsesionado con las rocas y herido por el divorcio de sus padres. Me encanta el retrato infantil y adolescente que realiza la autora, tanto de los chicos como de Annie, la hermana mayor de Coop, ya que es bastante realista con la forma de ser y actuar de los chicos de esas edades. Así vemos a Cooper y a su hermana enfrentar el divorcio de sus padres con rabia, confusión y mucha tristeza; sentimos su desamparo al ver a su familia romperse, la caída del pedestal de unos progenitores que han dejado de ser héroes y el amargo rechazo de la nueva familia de su padre, cuya segunda mujer tiene un hijo de la edad de ellos.

A medida que crecen, nuevos retos e inquietudes llegan a sus vidas. Somos testigos directos de la relación entre Cooper y Jace, de su evolución, de sus ilusiones y sus miedos. En un segundo plano, tenemos otras historias igual de conmovedoras, que se van entretejiendo en torno a los protagonistas.

La autora no rompe del todo con su estilo y sigue presentándonos personajes tiernos, adorables e imperfectos. Todos ellos con profundas heridas y con una evolución realista. No voy a desvelar nada de la trama, solo diré que la autora ha optado por un final valiente y arriesgado y quisiera destacar la cuidadísima traducción realizada por Virginia Cabanillas, que trata con verdadero cariño cada libro que toca.

Luna comanche, de Catherine Anderson

Catherine Anderson era una de mis eternas pendientes y, animada por una buena amiga, me he decidido a leer algunas de sus historias este verano. Me está gustando tanto que creo que se merece un post para ella solita, pero de momento le hago un hueco en esta lista con uno de sus libros que he leído estas semanas.

Tras leer Luna comanche, he ententido por qué está considerada una novela imprescindible del género romántico. Es una historia preciosa. La trama y los personajes son maravillosos, pero me quito el sombrero con la ambientación y la recreación de dos mentalidades sociales tan distintas. Me fascina cómo se adentra en la vida de los comanches y en su forma de ver el mundo, en contraste con la de los colonos; y también la situación de la mujer en aquella época tan difícil, todo ello vertebrado a través de una épica historia de amor.

A destacar el lirismo de una novela que recrea una época de gran violencia y no esconde escenas duras, por lo que ofrece ese contraste desgarrador entre poesía y crudeza. Si tuviera que quedarme con alguna frase, sería con alguna de las poéticas expresiones utilizadas por Cazador para mostrar sus sentimientos y su forma de ver el mundo.

Estas han sido algunas de mis lecturas veraniegas. ¿Me contáis qué libros habéis leido este verano?

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