Mis (malos) inicios como lectora romántica
Como ya sabéis, leo de casi todos los géneros (menos terror, de eso no encontraréis en mis estanterías), pero al principio fui una lectora bastante irregular de romántica y solo me decantaba por el género de vez en cuando. No tropecé con buenas novelas románticas al principio y, aunque siempre me han interesado las historias de amor, tardé un tiempo en encontrar las escritoras románticas que me interesaban.
Mis comienzos como lectora de romance no fueron muy positivos. En la adolescencia, una amiga me prestó El castillo de Camberleigh, de Evelyn Grey, una novela romántica histórica de misterio, con una protagonista que tiene que luchar contra un sinfín de adversidades para demostrar su origen noble. La novela, aunque no me pareció una maravilla, me enganchó bastante hasta que [voy a hacer un SPOILER y os aviso ya para que os saltéis el resto del párrafo si no queréis leerlo] el protagonista la viola y, aún así, ella acaba enamorada de él. Me quedé boquiabierta y asqueada. A mis quince años no fui capaz de entender que una chica pudiera enamorarse de su violador y a día de hoy sigo rechazando ese tipo de novelas sin que me convenzan los argumentos de "es ficción" o "hay que ponerse en el contexto". En mi contexto, el héroe romántico pierde todo su atractivo en el momento en que se convierte en un violador. Y no, no necesito que la novela romántica sea dulce y tierna y sus personajes perfectos. Me gustan los protagonistas imperfectos, con aristas y que metan la pata, pero hay una línea roja enorme que soy incapaz de traspasar: para mí, la violación y el maltrato convierten una novela romántica en una de terror. Y ya os he dicho que yo no leo terror.
Con esos antecedentes, no quise saber más del género romántico durante una temporada.
Un tiempo después, ayudando a mi abuela a reorganizar su biblioteca, encontramos un montón de viejas novelas románticas de los años sesenta. Eran de Corín Tellado y otras autoras del estilo, aunque no recuerdo sus nombres. Mi abuela me dio unas cuantas para que las leyera, supongo que serían algunas de sus favoritas. Leí tres o cuatro, pero aquellas historias no llegaron a gustarme. Por aquella época mis lecturas fluctuaban entre novelas juveniles, clásicos y libros de Agatha Christie, mucha poesía e historias de amor dramático, de esas con las que acabas llorando a mares. Las historias románticas que me prestó mi abuela resultaron demasiado "rosa" para mi versión adolescente, así que seguí con mi caos lector, saltando de un estilo a otro, y de vez en cuando caía en mis manos alguna novela romántica. El género me interesaba (siempre me han emocionado las historias de amor), pero no lograba dar con las novelas adecuadas.
Estudiaba en la universidad cuando otra amiga, esta con mejor criterio, me prestó un par de novelas de Rosamunde Pilcher: Los buscadores de conchas y El regreso. Esa fue mi verdadera entrada en el género romántico. Novelas bien escritas, bien construidas, con una documentación sólida e historias y personajes emocionantes. Con una narración impecable, clásica y elegante. Fue mi reconciliación con un género que siempre me había llamado la atención pero en el que no lograba encontrar lo que buscaba.
Empecé a leer entonces romance histórico y a descubrir autoras de calidad como Lisa Kleypas, Mary Balogh, Laura Kinsale, Judith McNaught... Algunos años después di el salto al contemporáneo, aunque mi memoria no ha guardado con qué autora. Supongo que con Susan Elizabeth Philips o alguna similar. Y de las extranjeras di el paso a las autoras en español y a otros subgéneros de la romántica, porque el género ha evolucionado (y mucho) y ha ampliado sus horizontes con novelas para los gustos más variados.
Como veis, necesité varios intentos hasta dar con el tipo de novelas románticas que me gustaban. Es un género muy amplio, que abarca distintas temáticas y formas de tratarlas, pese a la creencia popular de que toda la novela romántica es igual. Yo tuve algunos malos tropiezos al principio, con novelas que no eran para mí, pero di nuevas oportunidades al género hasta encontrar el tipo de historias que encajaban con mis gustos.
¿Recordáis cuáles fueron vuestros primeros pasos como lectoras del género romántico?
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