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Foto del escritorMarian Viladrich

Mis lecturas de noviembre: emociones a flor de piel

Actualizado: 21 sept 2021



Este mes empecé con una lectura dura, intensa, lejos de la novela romántica y que me ha calado hondo, además de dejarme cierta resaca lectora. Había sido tal la intensidad emocional, que tuve que esperar un poco para volver a sumergirme un otro libro. He elegido bien el resto de mis lecturas del mes, ya de nuevo inmersa en el género romántico, al menos en lo que a lecturas de ocio se refiere, que son de las que me ocupo en este blog. También he participado en una lectura conjunta para releer un clásico de la novela romántica, pero de ese libro, si tengo tiempo, ya os hablaré otro día.


Instrumental, de James Rhodes


El pianista James Rhodes hace algo muy difícil: se abre en canal para el lector, dejándonos pasear entre los monstruos que habitan en su mente. Y lo hace en unas memorias magníficas y desgarradoras, en las que tienen cabida los horrores vividos durante su infancia y su adolescencia, los fantasmas de su juventud y las caídas y ascensos de su vida adulta, la lucha continua contra sí mismo y sus demonios, todas las veces que le vencieron y aquellas en las que consiguió derrotarlos. También es un libro lleno de amor, amor por la música, que se presenta como la única cura para el alma atormentada del autor y su salvadora en más de una ocasión.


Escrito con un ritmo narrativo ágil y con un estilo muy personal, ameno y directo, Rhodes nos permite adentrarnos en su interior al tiempo que nos habla de músicos atormentados y sus geniales creaciones, analiza el panorama actual de la música clásica y nos pone un espejo sobre algunos temas que la sociedad prefiere ignorar, pero que gracias a personas como Rhodes empiezan a ser algo menos tabú.


Una lectura que conmueve, enfurece y sobrecoge, que emociona y que enternece, que te hace sentir en cada página, porque Rhodes ha dejado trozos de sí mismo enredados en cada párrafo. Lo terrorífico se suaviza gracias al humor oscuro e irónico de un hombre lleno de heridas que no se esconde y que nos obliga, a su vez, a expresar todo aquello que solemos ocultar, como el dolor o el miedo. Un libro impactante, valiente y honesto, que duele leer y que, sin embargo, está lleno de esperanza.


Aunque sueñe con tu nombre, de Natalia Sánchez Diana


Preciosa historia de amor y deseo relatada con delicadeza y con gran atención al detalle y a las sensaciones. La autora salta del presente al pasado para contarnos dos historias de amor que traspasan las barreras del tiempo. Su protagonista masculino es uno de los puntos fuertes del relato. El señor Kimura, exótico, misterioso, contenido y, a la vez, apasionado, enamora desde el primer momento. También lo hace Tina, fuerte, luchadora y con sus propios misterios que resolver. La parte del pasado, que vemos desde la perspectiva de Florence, va desvelando algunos secretos y abriendo la puerta a nuevos interrogantes.

Natalia consigue introducirnos en una atmósfera de sensualidad que envuelve a los protagonistas desde su primer encuentro. Son escenas pausadas, tranquilas y a la vez intensas, escritas con elegancia y que demuestran que no es necesario dar lecciones de Biología para hacer palpable el deseo entre dos personajes.

Los misterios que rodean a los protagonistas están muy bien dosificados y, aunque la autora va dejando caer pistas a lo largo de todo el texto, el rompecabezas se resuelve solo cuando tiene que hacerlo. No puedo explicar demasiado para no hacer ningún spoiler, pero diré que me han encantado esos elementos y detalles que se repiten en escenas del pasado y del presente, creando un vínculo entre ambos tiempos, y la acertada elección de las flores como símbolo de las emociones de los personajes. También los secundarios están muy bien dibujados, entre los que destacaría a Guille, el desastroso pero encantador hermano de Tina.

Una novela preciosa, exquisita en el tono y con dos protagonistas inolvidables y una autora a la que no perder la pista.


Todo por ti, de Beatriz Manrique


Me gusta mucho ver la evolución de un escritor. Hay algunos que permanecen estáticos de una novela a otra y por eso da tanta alegría encontrarse con esos escritores que crecen en cada libro, que van más allá. Beatriz Manrique es de esos escritores. He leído este año sus cuatro novelas publicadas. Todas me han gustado y tienen una gran calidad, pero también he podido notar su crecimiento. En Todo por ti, el último libro (por el momento) de la saga Alfonsina, Manrique deja ver claramente su crecimiento como autora. Se ha deshecho de algunos excesos descriptivos de las novelas anteriores, sin que decaiga en absoluto su capacidad para recrear ambientes, algo que siempre he considerado uno de sus puntos fuertes. Además, el ritmo narrativo está mucho mejor medido que en las novelas anteriores, de forma que en ningún momento decae el texto. Los giros están donde tienen que estar y la trama avanza fluida, sin precipitación, pero sin detenerse.


¿Qué decir de Todo por ti? Pues que me ha encantado, como el resto de la serie. James y Madeline son una pareja protagonista con mucha química. Ambos son fuertes, independientes y honestos y arrastran sus propios miedos del pasado. Su romance avanza despacio y la autora construye una historia de amor preciosa y con grandes dosis de sensualidad. En los flashbacks al pasado, vemos el nacimiento de su relación y, en segundo plano, nos encontramos con algunos acontecimientos de las novelas anteriores, vistos desde las perspectivas de James y Madeline, en escenas que arrancan más de una sonrisa a los que ya las hemos leído.


En la parte del presente, la historia tiene una sensualidad mayor que las novelas anteriores. El deseo va empapando la atmósfera, en un crescendo imparable, a pesar de las reticencias de Madeline a dejarse llevar por él, aunque, claro, resulta bastante difícil resistirse a James.


No hablo de la otra subtrama para no desvelar nada, tan solo decir que está muy bien hilada y que sabe mantener la intriga sin robarle el protagonismo al romance.


Por supuesto, estoy deseando que llegue la siguiente novela de la serie. ¡Esperemos que Beatriz no nos tenga esperando mucho!


Le llamaban Bronco, de Laura Sanz

Enganchadísima me ha tenido la primera novela que leo de Laura Sanz, así que ya anticipo que repetiré con esta autora. Me ha encantado esta historia de amor en el Lejano Oeste cocinada a fuego lento, una historia de un amor imposible entre dos personas muy diferentes que lo tienen todo en contra.


Rose es una viuda ya casi en la treintena, hija de un rico ranchero, con un alto sentido del deber y que ha vivido ninguneada por su padre y por su marido. Gabriel es un mexicano algo más joven que ella, con un duro pasado a cuestas y que trabaja para el padre de Rose. Su amor estaba destinado al fracaso desde el primer momento y ellos son conscientes de su situación. De hecho, ellos mismos deben luchar contra sus propios prejuicios, miedos e inseguridades antes de lanzarse a enfrentar el mundo.


Es una historia magnífica, intensa y conmovedora, muy bien ambientada y con unos personajes sólidos y coherentes consigo mismos. Su estilo narrativo es clásico, con descripciones que dan un aire muy visual a la novela (es casi como ver una película del Oeste) y que se toma su tiempo en la narración, sin que esta decaiga en lo más mínimo. Recrea a la perfección la vida en un rancho de la época, lo que pone de manifiesto una ardua tarea de documentación.


La autora cuida cada escena, descripción y diálogo y, sobre todo, cuida a los personajes, mostrándonos también sus imperfecciones. Gabriel es huraño y silencioso, pero leal y tierno cuando se permite bajar las barreras. Rose es generosa, fuerte y sumisa. Parece contradictorio, pero la autora consigue retratar a una mujer de la época, sometida a los designios que marcaban los hombres y la sociedad, y con la fortaleza suficiente para sobrellevar la vida que la han obligado a llevar. Disfraza su sufrimiento bajo una engañosa máscara de frialdad, que da sensación de altivez a quien no la conoce. Es maravilloso ver cómo estos dos personajes van derribando sus respectivos muros hasta encontrarse el uno al otro y son capaces de luchar por un amor que su entorno desprecia.



Pues estas han sido mis lecturas del mes de noviembre. Os recomiendo todas ellas, porque me han encantado y, si leéis alguna, estaré feliz si las comentáis conmigo aquí o en las redes (lo habituales ya sabéis que paso bastante tiempo en Twitter, así que podéis encontrarme por ahí fácilmente o en cualquiera de mis otras redes sociales). ¡Felices lecturas!


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