Los bailes de Rebecca
Actualizado: 21 sept 2021
Es muy interesante todo el trabajo de creación que hay detrás de una novela, aunque la mayor parte de este proceso queda oculto al lector. Por eso, hoy quiero hablaros sobre algún aspecto que hay detrás de mis textos y he elegido a uno de mis persones femeninos. Rebecca Miller, la protagonista de mi novela Regreso a Oak Hill, es bailarina. Empezó a estudiar ballet a los cuatro años de edad en la Academia Carrington de Oak Hill y, después, continuó su formación de la Universidad de Washington, en Seattle. Es una maravillosa bailarina, pero tiene cierto problema con los escenarios. No os lo voy a contar aquí, que para eso está la novela, pero me gustaría compartir con vosotros un par de vídeos que inspiraron algunos de los bailes de Rebecca en el libro.
Regreso a Oak Hill no es una novela sobre el ballet, aunque este tenga cierta presencia en la historia, así que no busquéis aquí una trama que se adentre en los entresijos del mundo de la danza clásica. Sin embargo, el baile es una parte importante de Rebecca y hay algunas escenas que así lo corroboran. Sin duda, mi escena de danza favorita de Regreso a Oak Hill es el baile de Manon. Encontré este video por casualidad en YouTube y, nada más verlo, supe que Rebecca tenía que bailar esta pieza y que Ethan tenía que ver ese baile para enamorarse un poco más de esta chica imperfecta, oscura y confusa que solo es capaz de revelarse con honestidad cuando baila.
Para los que no la conozcáis, Manon Lescaut es una novela del Abate Prévost, que se publicó en 1731 y que resultó todo un escándalo en su época, por lo que tropezó varias veces con la censura. La novela relata la historia de dos jóvenes, Des Grieux y Manon, que se conocen en una posada. Él es un estudiante que vuelve a casa para pasar las vacaciones y ella ha sido enviada a un convento por sus padres para tomar los hábitos. Ambos se enamoran y se fugan con intención de casarse, pero el padre del joven caballero se entera y lo deshereda. Al principio, a la pareja no le importa, pero Manon es frívola y ambiciosa y su afán de riqueza los acabará sumergiendo en un mundo de delito y perversión que los conducirá a un trágico final.
La historia ha servido de inspiración para otras muchas creaciones y podemos encontrar versiones para cine, teatro, televisión… Tal vez las más conocidas sean las óperas de Giacomo Puccini y de Jules Massenet. Con música de Massenet (aunque no de su ópera, sino de otras composiciones), el coreógrafo Kenneth MacMillan creó un ballet en 1974. Y precisamente es un fragmento de este ballet el que baila Rebecca durante una actuación universitaria.
“Rebecca dio vida a una Manon coqueta, juvenil y deliciosa en un baile que comenzaba juguetón y, arrastrado por el deseo, acababa convirtiéndose en una danza cada vez más tórrida y apasionada. Ethan Bradley jamás habría creído que el ballet pudiera resultar sexy hasta que vio a su novia convertida en una provocativa y enamorada cortesana francesa.” (Regreso a Oak Hill, Marian Viladrich).
Os dejo a continuación el vídeo que inspiró esta escena. Se trata del pas de deux «Bedroom», del primer acto de La historia de Manon, con Marianela Núñez y Federico Bonelli en los papeles principales. El extracto pertenece a una representación del Royal Ballet. Se trata de una escena del principio de su enamoramiento y los amantes se encuentran en su dormitorio. Es, sin lugar a dudas, una escena de cama, que sabe captar, con elegancia y delicadeza, la pasión y la dulzura del primer amor. La ambición de Manon aún no ha hecho mella en la pareja y ambos son dos jóvenes locamente enamorados que se entregan sin reservas el uno al otro en un baile que empieza juguetón y tierno y acaba convirtiéndose en una danza apasionada y muy sexual. Y en esa Manon coqueta, feliz y sensual vi a Rebecca Miller y supe que, con su baile, volvería loco a Ethan una vez más. Ahí lo tenéis:
Uno de los hilos conductores de Regreso a Oak Hill son los bailes de Rebecca que contempla Ethan. A lo largo de su relación, él la ve bailar numerosas veces y siempre siente una gran conexión con la Rebecca bailarina, a pesar de que él no entiende nada de ballet.
Hay varios bailes en la novela, casi todos con una inspiración real, pero hoy solo os dejaré uno más. Esta escena tiene lugar un par de años antes, cuando Rebecca aún es una estudiante de la Academia Carrington y participa en un festival de artes escénicas en Charlotte. Es la primera vez que Ethan ve a Rebecca bailar en pareja, pues hasta entonces solo la había visto bailar en solitario. A Rebecca no le cae demasiado bien su pareja de baile, pero, durante la actuación, es capaz de disfrazar su disgusto. Lo consigue con un truco que solo le confiesa a Ethan y que le permite mostrarse tan romántica y sensual con su pareja.
“Sobre el escenario, Rebecca y Charlie parecían una pareja de felices amantes, descubriéndose mutuamente con ternura e inocencia. El éxito fue apabullante y la pareja tuvo que repetir parte de un pas de deux antes de que el telón cayera” (Regreso a Oak Hill, Marian Viladrich).
El truco no os lo cuento, que para eso está la novela, pero os dejo el vídeo que inspiró este baile: la escena del balcón de Romeo y Julieta, ballet de Sergei Prokofiev, también con coreografía de Kenneth MacMillan. En esta ocasión, los papeles principales están a cargo de Yasmine Naghdi y Matthew Ball.
Espero que os haya resultado interesante descubrir los bailes que inspiraron algunas escenas de Regreso a Oak Hill y que os sirvan para visualizar esos fragmentos del texto.
Si quieres saber más sobre mi novela Regreso a Oak Hill, puedes verlo aquí.
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