Mis lecturas de diciembre: grandes novelas para cerrar el año 2019
Actualizado: 21 sept 2021
Diciembre me dejó lecturas maravillosas. La mayoría llevaban tiempo esperando turno en mi eterna lista de pendientes y decidí rescatarlas de allí para darles por fin la oportunidad que se merecían. No puedo estar más feliz de haberlas escogido, porque llenaron las frenéticas semanas de septiembre de romance, intriga, aventuras, emociones, misterios... Cuatro escritoras muy diferentes, cada una con un estilo propio que las diferencia (algo que se agradece hoy día) y todas ellas con una alta calidad narrativa.
Algo más que una dama, de Christine Cross
¡Qué delicia es siempre leer las novelas de Christine Cross! La autora te sumerge de lleno en un mundo de ensueño y aventuras, con personajes inolvidables y con una factura impecable en cuanto a narración y ambientación.
El personaje de Arabella Marston es una maravilla. Una mujer por completo atípica para la época, dispuesta a luchar a brazo partido por lograr sus sueños y conseguir salvar los numerosos obstáculos con los que se enfrentaba una mujer de su tiempo que quisiera salirse del destino marcado. Arabella es terca y decidida, no le preocupan las normas sociales más allá de lo necesario para no herir a sus seres queridos con un escándalo, y es incapaz de quedarse sentada mientras otros resuelven los problemas, como harían la mayoría de las damas. Pero es que ella es algo más que una dama, como bien apunta el título.
Por supuesto, a su lado tenía que encontrarse un hombre a su altura. Durante mucho tiempo ella no creyó que existiese un hombre capaz de aceptarla y quererla tal como es, con su conversación inteligente, su talento artístico y su carácter terco y valiente. Sin embargo, Alexander no solo la acepta y la quiere, sino que, además, admira todas esas peculiaridades que escandalizarían al resto de los hombres. El difícil pasado de Alex y todo lo que fue capaz de hacer para convertirse en el hombre que es, dota de complejidad a un personaje que cobra entidad propia y se coloca a la altura de Arabella, sin hacerla sombra.
Quisiera destacar la maravillosa ambientación que logra la autora, que consigue situar al lector en el centro de un salón de baile, en el interior de una tienda de los barrios bajos o en el estudio de una artista.
No tardaré en leer la siguiente entrega de la familia Marston, porque estoy deseando saber qué pasa con el resto de los personajes.
Herbarium. Las flores de Gideon, de Anna Casanovas
Esta novela se ha convertido en una de mis favoritas del año. Hacía tiempo que quería leerla y estaba enamorada de la portada antes incluso de leer la sinopsis, pero sumergirme en estas dos historias de amor, tanto la del presente como la del pasado, ha sido una de las mejores experiencias lectoras de este 2019.
Anna Casanovas tiene un estilo único y sabe combinar como nadie lo sentimental con la intriga. La trama explora las vidas de sus cuatro protagonistas y nos permite zambullirnos dentro de ellos hasta conocer todas sus verdades, las más hermosas y también las más feas. Pero si hay algo que salva a estos seres perdidos es el amor, un amor inmenso, arrollador, épico, como son los amores que siempre narra esta autora.
La historia de Gideon y Sylvia es preciosa y conmovedora, de las que encogen el corazón. Una historia construida a base de secretos, mentiras, sacrificios y lealtades. Me han hecho llorar en varias ocasiones, pero también suspirar.
Sarah y Liam no se han quedado atrás. Ambos tienen demasiado que perdonar, tanto a los demás como a sí mismos, porque han cometido errores, grandísimos errores, que ya no podrán rehacer. Ambos acarrean pesadas cargas y mucho rencor, así que tienen por delante un largo camino de aprendizaje.
El lenguaje de las flores y la historia de Jane Eyre se convierten en dos referentes fundamentales para desentrañar los oscuros secretos que rodean a los cuatro protagonistas y la maraña de mentiras y verdades se va despejando página a página, sin prisas, deteniéndose en los detalles, pero sin aburrir en absoluto al lector. Está escrito con un estilo fluido, sencillo y ameno, fundamentalmente introspectivo, aunque también incluye pasajes de gran dinamismo.
Una novela delicada que habla sobre el amor, pero también sobre la memoria, el perdón, el paso del tiempo, las complejas relaciones familiares, la amistad y el deber con tramas aparentemente independientes que poco a poco se van entrelazando hasta anudarse en una única verdad. Magistral.
Storm. La tormenta perfecta, de Sandra Mir
Estupenda primera novela de Sandra Mir, que me leí en unos pocos días y cuyo argumento me mantuvo intrigada con giros inesperados y una química explosiva entre los protagonistas.
Debo confesar que los primeros capítulos no me atraparon del todo, tal vez porque el estilo no parecía centrarse y saltaba del dramatismo inicial a la ligereza del chick lit, como si la novela no acabara de definirse. Sin embargo, desde el momento en el que la narración se centró en el mundo de la arquitectura, con la adaptación de Samantha a su nuevo empleo y todas las ambiciones e intrigas que rodean al prestigioso premio Pritzker, asentándose por fin en el thriller romántico, la lectura me mantuvo pegada al ereader.
La trama se convierte entonces en una historia de suspense muy bien trabajada y con un ritmo narrativo que mantiene en vilo al lector hasta las últimas páginas. Me ha gustado mucho la ambientación de la novela y cómo nos sumerge en el mundo de la arquitectura (un ámbito que personalmente me fascina) con las descripciones justas para entender su complejidad sin convertirse en un manual técnico.
De los personajes, quisiera destacar el de Samantha, sin duda el más complejo de todos y el más original de la novela. Sam es una protagonista muy especial, que convive con un pasado doloroso cuyas consecuencias emergen en forma de ataques de ansiedad y que lucha a diario con viejos fantasmas que han dejado una profunda huella en su carácter. Un personaje adorable, lleno de inseguridades y miedos, tan real que parece salirse del papel. Valiente y cobarde a la vez, con un fondo tierno y lleno de matices, que va creciendo a lo largo de la novela en una evolución creíble y magnífica en la que Sam consigue librar sus batallas y salir victoriosa, sin renunciar a su propia esencia.
Aunque yo no soy demasiado amiga de los instaloves (cuestión de gustos personales), y en esta novela el romance avanza rápido e intenso, reconozco que la pareja protagonista tiene un química explosiva (la escena del baile es una de las más sensuales que he leído últimamente) y que el suspense y el romance se fusionan de manera equilibrada dentro de la narración. Con Jack he tenido mis roces a lo largo del relato, pero al final logré reconciliarme con él y acabé tomándole cariño.
En definitiva, creo que Sandra Mir ha hecho un gran trabajo en su primera novela y que podemos esperar buenas historias de esta autora. De momento, espero con ganas que recupere al personaje de Matt, que me parece adorable, y que le dé al hermano de Jack su propia historia. Me encantaría leerla.
Si te traiciona el corazón, de Eleanor Rigby
Eleanor Rigby no escribe novela histórica. O, al menos, no escribe la novela histórica a la que estamos habituados. No hay ambientación, ni acontecimientos históricos y sus personajes hablan como en el siglo XXI. Y no importa, porque Eleanor habla de sentimientos. Se adentra en ellos y desmenuza con precisión quirúrgica la psicología de sus personajes y todas las emociones que sienten, no solo el amor, también la soledad, el dolor, la tristeza, el deseo, el odio, el miedo… Nos mete de lleno en sus luchas internas, en las contradicciones entre lo que quieren y lo que deben hacer, en su incapacidad para entenderse a sí mismos y en la forma en la que se tambalea un mundo que creían conocer y que, de repente, se desmonta ante sus ojos. Y no necesitamos nada más. No necesitamos descripciones de espacios ni realidades históricas, por mucho que nos gusten en otras novelas del género. No lo necesitamos porque la verdad de las novelas de Eleanor Rigby está en el interior de sus personajes y en ese amor inmenso que lo arrolla todo, que lo puede todo.
La historia de Arian y Venetia es diferente. Hemos visto antes ese argumento, lo hemos leído en novelas de la Kleypas y en otras autoras: el chico de los barrios bajos que, por azares del destino, asciende en la clase social y choca con una mujer con un alto sentido del deber y del honor, ambos rodeados de oscuros secretos que harán tambalear lo que creían saber del mundo y de sí mismos. Pero da igual cuantas veces hayamos leído este argumento, porque Eleanor lo cuenta de otra forma y no necesita describir los barrios bajos de Londres ni adentrarnos en largos episodios de miseria para que entendamos el sufrimiento, el abandono, la soledad y la lucha por la supervivencia del Arian niño. Nos lo muestra a través de sus emociones, de su carácter, de su forma de tratar a los demás y de mirar el mundo.
Arian es, precisamente, lo que más me ha gustado del libro. Un personaje magnífico en su imperfección, con toda su rudeza, su grosería, su sencilla forma de ver el mundo, su negativa a ser conde y su arrollador descubrimiento del amor.
La novela se sustenta sobre el diálogo. Apenas hay espacio para la narración y lo que en otra escritora podría considerarse el recurso fácil de la ligereza es el punto fuerte de esta autora, con esas diálogos maravillosos, largos y lejos de la cotidianidad, en los que sus personajes se sumergen sin miedo a exponerse, sacando a la luz las emociones más hermosas (y también las más crudas) que habitan dentro de ellos.
La carta de Arian es la declaración de amor más tierna y conmovedora que he leído en mucho tiempo.
Pues hasta aquí mis lecturas de diciembre, con las que he despedido un 2019 en el que he tropezado con buenas lecturas (en balance, han sido mayoría los libros que me han gustado, tal vez porque con la edad he aprendido a seleccionar mejor lo que leo). Como véis, las de este mes han sido novelas adictivas que me han mantenido enganchada a sus tramas y con personajes muy especiales. ¿Habéis leido alguna?
Comments