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  • Foto del escritorMarian Viladrich

"La cocinera de Oak Farm": sorteo para celebrar su aniversario

Actualizado: 20 oct 2020


Se cumple un año de la publicación de La cocinera de Oak Farm, que ha sido, según vuestras reseñas y comentarios a lo largo de este año, vuestro libro favorito de la serie Oak Hill. Estoy muy agradecida por todos vuestros comentarios, tanto los que habéis hecho en público en las redes y plataformas, como los que me habéis dicho en privado.


También estoy muy agradecida por el amor con el que habéis acogido a Grant y Liliana. Son dos personajes a los que tengo un cariño especial.


Grant y Liliana son fueron dos protagonistas de lujo para mí. Ella era tan fuerte, luchadora, trabajadora... Tan honesta, segura de sí misma y con esas manos mágicas capaces de trasladar sus emociones a los platos que cocinaba. Fue maravilloso convivir con ella durante el tiempo que duró la creación de esta novela.


Por su parte, Grant resultó algo más complejo de lo que creí al principio. Porque bajo toda su fachada despreocupada y egoísta, se encontraba uno de mis personajes más rotos. Él ni siquiera era consciente de la profundidad de sus heridas. Podrían pasar desapercibidas para cualquiera que no se detuviera a mirar atentamente. Por suerte para Grant, Liliana siempre supo ver dentro de él.




Un fragmento de La cocinera de Oak Farm


Hoy quería recordar un fragmento de mi novela. Tengo un largo listado de escenas favoritas de La cocinera de Oak Farm, así que me ha tocado darle muchas vueltas antes de elegir una, pero al final me he decidido por esta conversación que ambos mantienen en una terraza. Los que habéis leido la novela, podéis recordar a Lil y a Grant ;y los que no la habéis leído, creo que es una buena forma de empezar a conocerlos.


[...]

—Vas a perder. Lo sabes, ¿verdad?

La voz de Grant sonó baja, casi como un susurro.

—¿Cómo dices?

—Que vas a perder esta lucha que has montado contra ti misma desde que volví de Londres.

—No sé de qué hablas.

—Claro que sí. Tratas de mantenerte a distancia de mí y yo estoy intentando respetarlo, de verdad, aunque cada vez me resulta más difícil.

Se volvió enojada hacia él y casi chocó con su cuerpo, porque había avanzado hasta situarse detrás de ella. La golpeó su familiar olor a jabón y colonia cara, ese olor que volvía una y otra vez a su vida por más que intentaba alejarlo.

—¿Que estás intentando respetar las distancias? ¡Estás en todas partes! En el trabajo, en casa, en mi huerto, aquí… Desde hace meses, allá donde voy, estás tú, invadiéndolo todo de nuevo. ¿Por qué lo haces? ¿Qué quieres de mí? —Su voz sonó casi suplicante, como si estuviera llegando al límite de sus fuerzas. Grant la miró con gravedad, alargó la mano y acarició su mejilla. Nunca su contacto le había parecido tan tierno.

—Lo quiero todo… O nada… Lo que estés dispuesta a darme, Lil.

—¿Por eso has vuelto de Londres?

Grant suspiró, se metió las manos en los bolsillos y retrocedió un paso.

—He vuelto por muchas razones: para liberarme de mi padre, para tomar las riendas de mi vida, para trabajar en algo que me entusiasme y que me haga sentir orgulloso y también para descubrir si me queda alguna oportunidad contigo. Creía que las había perdido todas, pero esta guerra que has montado me hace pensar que tal vez estaba equivocado, que quizás todavía puedas sentir algo por mí y me permitas demostrarte que he crecido y que he aprendido un par de cosas en el camino.

—¿Qué has aprendido? —susurró Liliana, acercándose a él, como una polilla atraída hacia la llama de una vela. Grant alargó de nuevo la mano y deslizó un dedo por su mandíbula, en un gesto lento y cariñoso que se quedó grabado en su piel, y después tragó saliva, como si estuviera nervioso o buscando dentro de sí mismo la resolución necesaria para respetar las distancias que ella había impuesto.

Lo vio rendirse. Fue así de simple. De pronto sus ojos se oscurecieron, su mirada adquirió una nueva seguridad, la mano que acariciaba su barbilla se trasladó a su nuca y todo sucedió a cámara lenta, pero fue incapaz de impedirlo. Grant se inclinó sobre ella, rozó su boca con los labios, y luego la atrajo hacia él para besarla. El mundo volvió a desaparecer, esta vez, de verdad, no quedó nada. Ni siquiera escuchó el sonido de su copa de vino estrellándose contra el suelo. Solo sentía la boca de Grant, sus manos sujetándola con firmeza, su añorado cuerpo contra el de ella. Se sumergió en su olor a jabón y colonia y ya no supo nada más. Eran de nuevo Grant y Liliana en su burbuja, besándose como solo ellos sabían hacerlo, como si no hubiera nada mejor ni más importante en el mundo […].


Sorteo de celebración


Tenía muchas ganas de organizar algo especial para celebrar el aniversario de Grant y Liliana, así que creo que he encontrado la mejor forma: el sorteo de un ejemplar digital de La cocinera de Oak Farm. Si lo habéis leido, podéis participar igual y regalárselo a quien queráis.


He convocado el sorteo por aquí y en mis redes sociales y podéis participar donde os sea más cómodo (o en varias redes, tendré en cuenta todas las participaciones).


Será un sorteo nacional (solo España). Lo lamento por mis lectores de otros países, pero las plataformas no nos ponen fácil el envío internacional de ejemplares digitales.


Aquí podéis ver los requisitos para los que participéis a través del blog:


  • Seguir el blog (abajo tenéis la caja de suscripción)

  • Dejar un comentario diciendo que participáis


Tendréis una participación extra si compartís el post en alguna de vuestras redes sociales (decidme en comentarios en qué red lo compartís para que pueda comprobarlo).


El sorteo estará abierto hasta el jueves 9 de julio a las 23:00 h. Daré a conocer al ganador aquí y en mis redes sociales a lo largo del fin de semana.


SORTEO CERRADO. La ganadora de un ejemplar digital de La cocinera de Oak Farm ha sido @evita_berme, que participó a través de Instagram. ¡Enhorabuena!


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